Las carillas dentales son un recurso de reparación dental, que permite tapar algunos defectos de forma y color de los dientes, incluyendo la holgura de los espacios interdentales.
Consiste en pegar en la parte frontal de los dientes mediante cemento de resina unas láminas de porcelana o composite echas a medida. Las personas que habitualmente optan por un tratamiento de carillas son aquellas que quieren mejorar su imagen estética, especialmente el color, la forma y la posición de los dientes. Sin embargo, no todas las personas son aptas para este tipo de tratamiento. 

Existen 2 tipos de carillas dentales: 

1. Porcelana: Las carillas de porcelana, al utilizar este material, cuentan con la ventaja de que resisten muy bien a las manchas. Además, la porcelana tiene un aspecto muy similar al de los dientes naturales cuando estos están sanos y blancos. Esto también hace que reflejen la luz de manera muy similar a los dientes originales.
Además, las carillas de porcelana pueden corregir problemas como el desgaste de los dientes, así como cubrir piezas astilladas o rotas. 

2. Composite: Las carillas de composite, un material fabricado con varias resinas compuestas, tienen la ventaja de que son reversibles. El trabajo previo con los dientes es mínimo, por lo que no los altera de forma permanente. Por esta razón, el material se puede quitar y reemplazar.
Por otra parte, tienen la desventaja de que no imitan tan bien el esmalte de los dientes como las de porcelana. Además, al ser la resina un material poroso, pueden mancharse y son susceptibles de sufrir astillados o fracturas. Aunque su tratamiento es mucho más rápido y menos invasivo que las de porcelana. 

En Alena Clínica Estética realizan este tratamiento profesionales de la Unidad de Odontología.

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